Felguérez y Punto Final
Pablo Torres Corpus
Cuando muere un personaje de la talla de Manuel Felguérez también se extinguen símbolos, iconos, su partida dejó en orfandad a todo un movimiento que dio identidad a una generación y sentido de pertenencia a toda una nación.
Manuel Felguérez fue tan generoso que siendo de Zacatecas se dio a todo un país y a toda persona que conoció y admiró su obra.
Adjetivar a Felguérez no es mera descripción, es justo homenaje a lo que fue en vida y será eternamente.
Recuerdo a Felguérez y son muchas las palabras que lo pintan de alma entera y sencillez: lo conocí y traté cuando era ya toda una leyenda, un mito viviente y nunca vi que negara una foto, un autógrafo, un saludo, por pesado que hubiera sido el viaje o largo el día siempre tuvo simplicidad y paciencia para atendernos.
Recuerdo a Felguérez y son muchas las palabras que lo pintan de alma entera y sencillez: lo conocí y lo traté cuando ya era toda una leyenda, un mito viviente y nunca vi que negara una foto, un autógrafo, un saludo, por pesado que hubiera o largo el viaje a lo largo del día siempre tuvo simplicidad y paciencia para atendernos.
Su generosidad nos heredó el fabuloso museo que lleva su nombre y su colección personal con obras de los más destacados artistas a nivel mundial.
Pero también se daba tiempo para comer o cenar al menos una vez al año con el personal del museo y a cada uno les entregaba un presente en diciembre, decía que para festejar su cumpleaños.
Su tenacidad y disciplina eran admirables, no sólo por su edad sino por el anhelo que tenía por seguir trabajando.
En una ocasión mi esposa le preguntó que se sentía tener tantos homenajes y con toda sinceridad le dijo: “bonito, pero la verdad yo prefiero que me dejen trabajar, porque me hacen homenajes por mi trabajo, pero por andar en homenajes no puedo trabajar, verdad que no tiene caso. Es más premio que me den tiempo para trabajar”.
A pesar de esa energía y ganas de trabajar, el maestro era consciente de su edad, hacía bromas sobre eso, pero también sesudas reflexiones.
Una vez le dije que estaba batallando con trámites y atajó diciendo “su única batalla es contra el tiempo, usted no lo valora porque está joven pero cada día que pase se dará cuenta que su único rival invencible es el tiempo”.
Poco después su generosidad, sencillez, tenacidad, libertad y lucha contra el tiempo la sintetizamos cuando tomamos mezcal zacatecano del mismo vaso, aún y cuando prefería el whisky.
Punto Final
Le presenté el mezcal joven y él la pipa madura. Gracias.
*torrescorpus@hotmail.com